[Resumen de la conferencia de Mohamed Bilal Achmal impartida durante la Primera Edición del Día de Estudiante Hispanohablante organizada por el Departamento de Lenguas, Cultura y Comunicación, Facultad de Teología, 30 de octubre de 2025]
Durante el período del
Protectorado español en el norte de Marruecos (1912-1956), existió una notable movilidad
estudiantil entre Marruecos y España. Jóvenes de ambas orillas del
Mediterráneo cruzaban el Estrecho en busca de formación y conocimiento, en un
intercambio intelectual que dejó huellas profundas en la vida cultural de ambos
países.
Cada año, los estudiantes
celebraban al patrono de los estudiantes, Santo Tomás de Aquino, cuya
festividad tenía lugar el 7 de marzo. En 1951, por ejemplo, se organizaron
en Tetuán diversos actos conmemorativos: una misa en la iglesia de Nuestra
Señora de las Victorias y la proyección de la película El hijo de Robin
de los bosques en el cine Español, bajo la invitación del delegado
de Educación y Cultura.
Entre los ejemplos de esta
dinámica encontramos a estudiantes marroquíes como Ahmed El Andalusi,
propuesto por el intelectual Abdel Salam Bennouna para enseñar árabe en la
Universidad de Granada; Mohamed Medina, presidente de la Unión
Marroquí en 1932; o Abdellatif El Khatib (1927-2017), escritor y
traductor que estudió en Tortosa y colaboró en la revista Tetuán.
También destacan figuras como el príncipe Mehdi Ben Hassan Ben El Mehdi,
alumno de Derecho en Madrid, o Meki Ben Mohamed Redondo, quien obtuvo el
bachillerato en Granada en 1944 y enseñó más tarde en Tetuán.
Asimismo, varios estudiantes
españoles viajaron a Marruecos para formarse o enseñar. Entre ellos, Antonio
Bardonés López, alumno del Instituto de Estudios Marroquíes, que trabajó en
Tetuán desde 1951; Rafael Olmo Villafranca, traductor de árabe y
bereber, vinculado a la administración del protectorado hasta 1956; y Joaquina
Albarracín Navarro (1921-2011), investigadora del Archivo General del
Protectorado y autora de una tesis sobre el vestimenta femenina en Yebala,
formada en Granada y posteriormente profesora en Melilla y Granada.
Un caso singular fue el de la Casa
de los Estudiantes Marroquíes de Granada, dirigida por Abdallah El
Jabbak, colaborador del padre Carlos Quirós, profesor de
dialectología árabe. Allí convivieron alumnos marroquíes que más tarde serían
mediadores culturales entre ambos mundos.
Estas trayectorias, aunque solo
representativas y no exhaustivas, reflejan una época de intercambio
académico y cultural entre Marruecos y España, marcada por el diálogo, la
curiosidad intelectual y el deseo compartido de conocimiento entre las dos
orillas del Mediterráneo.
